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Emotiva apertura del Festival Internacional de Teatro
8° Edición
La Municipalidad de Lincoln informa que anoche, en el Ateneo Cultural (Drago 943), se llevó a cabo la apertura oficial de la 8va. edición del Festival Internacional de Teatro. Velada que estuvo envuelta por la emotividad del homenaje in memoriam a Santos Martínez Rábago y Hugo Barbieri, y el reconocimiento a la trayectoria al poeta Julio Banegas.
El acto estuvo encabezado por el intendente Salvador Serenal, la secretaria de Cultura y Educación, Prof. Marisa Serenal y el coordinador de Teatro, Mateo Potes. Y estuvieron presentes familiares de los artistas locales reconocidos y homenajeados, artistas amante de las tablas y el público seguidor de las artes escénicas.
Desde un comienzo el ambiente de la sala se vio envuelto de emoción cuando la escuela de Artes de la profesora Mariela Sanín abrió la noche realizando una muy atractiva puesta en escena en homenaje -in memoriam- a la labor y trayectoria teatral de Santos Martínez Rábago y Hugo Barbieri; fibras emocionales que volvieron a ser tocadas al momento en que Carlos Cifaldi, director teatral en GIDI, compartido unas sentidas palabras para con Julio Banegas, recordando a la vez a los artistas homenajeados.
Al momento de tomar la palabra la secretaria de Cultura, Marisa Serenal expresó su agradecimiento hacia los artistas como así también para con todas las personas que día a día aportan su granito de arena para sostener el teatro: “Disfrutemos, el teatro es vida, y el festival ha venido para quedarse, tiene una continuidad, y son ustedes los protagonistas, la gente del teatro los que deben sostenerlo y llevarlo adelante”. Y afirmó: “El Estado estuvo y estará presente para el teatro, pero también es un compromiso de todos: actores, compañías, del público. Lincoln se destaca en cultura y no es por lo que uno hace, sino por lo que ustedes dan por Lincoln, brindemos por el teatro”, expresó con emoción Marisa Serenal.
A su tiempo, el coordinador de teatros, Mateo Potes luego de agradecer la presencia de los artistas locales como así también de aquellos llegados de países como Cuba, Colombia, Perú y Brasil para participar del festival, resaltó el apoyo otorgado desde el municipio y a todo el equipo de la Secretaría de Cultura “por seguir apostando al teatro linqueño”.
“Somos muchos y trabajamos todo el tiempo juntos para alcanzar estos resultados, para mí que crecí arriba de un escenario en esta ciudad es muy emocionante estar recordando a estos maestros y a la vez mirando al futuro y haciéndonos cargo de lo que nos toca”, reflexionó Mateo Potes, para cerrar diciendo: “Ya hubo mucha gente que la peleo durante muchos años y hoy nos toca a nosotros hacernos cargos, y acá estamos para eso”.
La primera jornada del Festival Internacional de Teatro tuvo su cierre con la presentación en, Teatro GIDI, de “Cuentos Viajeros”, de la compañía teatral peruana Viajeros del Sur con la puesta en escena de este recomendadísimo unipersonal que combina poesía, recursos audiovisuales y música, y que sigue la estructura del viaje del héroe.
HOMENAJES X 3
JULIO BANEGAS. Actor, director, poeta. Enamorado del teatro y la poesía, estudioso de la palabra, un hombre que profundiza los textos desde el encuentro del hombre con su esencia. Tuvo a su cargo la puesta de Antígona, Romeo y Jeanette, ambas versiones de Anouilh. Fundador de “La Fragua” y compañero inseparable de Santos Martínez Rábago. También dirigió grupos de la zona como Gangarilla de General Pinto.
SANTOS MARTINEZ RÁBAGO. Comenzó a desarrollar su vocación teatral a los 14 años en el grupo Inti Huassi, grupo linqueño con actividad en la década del 50. Colaboró en la formación de otros grupos de nuestra ciudad y se convirtió en un pilar fundamental del teatro linqueño. Ya en su calidad de director, puso en escena obras como “El pedido de mano” de Chejov, “¿Conoce usted la vía láctea?” de Kart Wittlinger. Fue un luchador incansable para lograr la creación del Instituto Nacional de Teatro y la Federación de Teatros de la Argentina.
HUGO BARBIERI. Apasionado del teatro, al jubilarse como docente emprende a pleno su vocación. Inició su labor como actor en 1958 en “Que pequeño era mi mundo” de Camilo Darthes y "Mandinga en la sierra” de José Rafael de Rosas. También dirigió algunas obras como Venecia o El Amateur. Siempre de la mano de su pasión supo encender ánimos en momentos críticos y el arte lo premió con reconocimientos y elogios. Supo despertar en cada función lágrimas y sonrisas entre el público.